La semana pasada le conté mi primer sueño a mi psicóloga. He ido a terapia desde hace más de medio año pero justo apenas se me ocurrió contarle un sueño. Ella no presiona mucho pero le brillaron los ojos cuando comencé a contárselo.
No contaré aquí mis sueños –no soy tan desprendido- pero sí uno de los significados. En resumen, tengo miedo del Otro. Miedo de la certeza de que casi siempre me pongo a sus pies, llámese “otro” a cualquier persona o entidad con la que tenga contacto. Y que obviamente al hacer eso yo, el Otro toma provecho.
El viernes se cerró la convocatoria al mismo concurso que perdí hace un año. No entré de nuevo porque sé que puedo mejorar y no me refiero a que cambiaría una parte de mí para complacer al Otro –cosa que, ejem, sí hago-, sino al sentido general de la refinación.
Como el cambio de look de principios de año, quiero saber que puedo transformar algo mío por el simple hecho de que puedo, de que tengo esa capacidad.
Las tres personas que leen regularmente este blog y que leyeron completa la primera versión de las aventuras de Ana estarán de acuerdo con que le hacen falta muchas correcciones, y aplaudo la imaginación de Mario para escribir una novela más, pero yo necesito hacer esto sin prisas y sin esperar (literalmente) un premio a cambio. Y no sé cómo cerrar este post más que deseándonos suerte a Mario y a mí, en nuestros propios caminos.
lunes, febrero 23, 2009
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6 comentarios:
Guau, muy bien. También creo en que tienes esa capacidad y te deseo mucha suerte y una linternita en ese camino propio.
Una Otra
Yo soy también lectora asidua. y también te deseo mucha, toda la suerte en la relectura. Siempre es conveniente, dicen los que saben y yo lo repito, dejar descansar un texto y releerlo con OTROS ojos, pero no del otro, sino con unos ojos alejados del significado, para poder ver si se entiende con claridad suficiente o no. ¿Será eso posible? Alejarse de un texto propio.
Otra otra Otra
¡Ah!!! ¿Sólo tres personas te leen regularmente?, ¿y yo QUÉ? Te recuerdo que los Beatles eran cuatro, no tres, EHHH :OP
Es cierto, no porque no siempre te hagamos un comentario no significa que no habemos otros más que no te leamos. Pos éste! By the way... qué onda con tu humildad? Sabías que ya no está de moda?
Un abrazo muy fuerte a Pablito.
Ah, y por cierto, tienes que actualizar mi residencia, ya no vivo en windows live spaces o como sea que se llamaran :P ahora soy blogger.
Pablo, gracias. A mí tampoco me gusta escribir a la carrera, pero no me quedó de otra. Yo creo que Bef tiene razón en que el único objetivo de los concursos es que escribamos una obra nueva.
Por supuesto que no creo que mi novela gane, ni tampoco me gusta la idea de escribir sólo por gustarle a un jurado; de todas maneras te tienes que ajustar a las políticas de una editorial, y eso significa limitarte un poco. Tienes razón en que lo importante es trabajar mucho un texto con tiempo.
Un abrazo.
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