“…sus amigas eran unas hienas. Se reían de ella como guacamayas y hablaban detrás suyo como víboras. Decían que estaba gorda. Ella, una jirafa. Gorda.”
“…le decían que así no conseguiría novio en el Baile del Pantano. Que ellas siempre conseguían. ‘Pues claro’, les contestaba su única amiga, la cebra. ‘ustedes, bola de zorras, se la pasan de lagartonas, y ellos, más bueyes que perros, siempre caen.’ Y ellas se callaban y se iban con la cola entre las patas.”
“…Aún así, dejó de comer. Cebra se enojó con ella. ‘Es que tú no entiendes Cebra, tú tienes un cuerpazo.’ Y Cebra se reía: ‘son las rayas, amiga. Disimulan un montón.’ Primero quitó las frutas de su dieta y sólo comió ramas y hojas. Pocas semanas antes del Baile del Pantano, con consejos rumiantes de una ñu, intentó volver el estómago. Pero el bolo verde no alcanzaba a llegar a la boca y se quedaba esparcido a lo largo del cuello...”
4 comentarios:
Ya sé, ya sé que la jirafa ES rumiante. Es una licencia, ¿estamos?
Jajaja. Muy bueno. Saludos
Inapetente Irredente del Arrepentimiento (LOT)
Muy divertido, me gustó el juego con la serie de animales.
Saludos amigo.
¿Es una novela??? ¡YA quiero leerla!!!
Publicar un comentario