lunes, febrero 23, 2009

El Otro

La semana pasada le conté mi primer sueño a mi psicóloga. He ido a terapia desde hace más de medio año pero justo apenas se me ocurrió contarle un sueño. Ella no presiona mucho pero le brillaron los ojos cuando comencé a contárselo.

No contaré aquí mis sueños –no soy tan desprendido- pero sí uno de los significados. En resumen, tengo miedo del Otro. Miedo de la certeza de que casi siempre me pongo a sus pies, llámese “otro” a cualquier persona o entidad con la que tenga contacto. Y que obviamente al hacer eso yo, el Otro toma provecho.

El viernes se cerró la convocatoria al mismo concurso que perdí hace un año. No entré de nuevo porque sé que puedo mejorar y no me refiero a que cambiaría una parte de mí para complacer al Otro –cosa que, ejem, sí hago-, sino al sentido general de la refinación.

Como el cambio de look de principios de año, quiero saber que puedo transformar algo mío por el simple hecho de que puedo, de que tengo esa capacidad.

Las tres personas que leen regularmente este blog y que leyeron completa la primera versión de las aventuras de Ana estarán de acuerdo con que le hacen falta muchas correcciones, y aplaudo la imaginación de Mario para escribir una novela más, pero yo necesito hacer esto sin prisas y sin esperar (literalmente) un premio a cambio. Y no sé cómo cerrar este post más que deseándonos suerte a Mario y a mí, en nuestros propios caminos.