lunes, noviembre 17, 2008

He aquí una mentira: no vengo por el aplauso

Hace un par de clases la tarea con Ricardo Bernal y Doris Camarena era un cuento de terror. Por flojera bajé uno de este mismo blog, y me regañaron: el cuento no cumplía con ningún requisito para considerarse como de terror.

Una semana después la tarea fue un cuento que comenzara con la frase "No me lo vas a creer". Bajé un cuento más del blog y esta vez me aplaudieron y me dijeron: "¿Ves cómo sí puedes?"

La clase terminó temprano y me atreví a leer un cuento (del blog también) más. No les gustó tanto y me dijeron: "Haz como Lupita D'Alessio, que sabe cuándo retirarse."

Les iba a contestar con una broma: "Yo no estoy aquí por los aplausos". Pero me puse a pensar. Aunque fuera broma, no lo pude expresar porque es muy complejo.

Este blog en esencia es para que yo pueda escribir lo que se me ocurra, mis pasiones con cierto orden. Escribo para mí. Pero escribo en un blog porque espero que al menos me lean quienes creo que lo hacen, y de pasada algún despistado.

Pero en referencia al otro, lo primero que espero no es el aplauso en sí (que tampoco está mal), sino una especie de entendimiento. De lazo. De saber que por lo menos en aquel mundo de las ideas no estoy solo, y que aunque esté perdido, por lo menos sé que hay alguien más.