martes, enero 22, 2008

Leí en la columna de Verónica Murguía una idea fabulosa y a la vez peligrosa: convencer a Carlos Slim de regalar a cada mexicano un millón de pesos.

Evidentemente Slim quedaría debiendo porque si hacemos el ejercicio de multiplicación la cuenta quedaría en billones de dólares, cantidad que Slim (todavía) no tiene.

Sin embargo, mi imaginación no pudo dejar de trabajar con ese sueldo imaginario, por lo que se me ocurrieron algunas situaciones si eso llegase a pasar:

- La inflación llegaría a puntos estratosféricos, tragicómicos: la tortilla en diez pesos, la gasolina subiendo cada mes, el dólar cada vez más caro…(! )

- Nos pondríamos a hacer una celebración que durara un año completo, con su inseparable resaca de 365 días de duración.

- Todo mundo querría ser mexicano. En las amables oficinas de Migración a los extranjeros que completaran el trámite se les otorgaría, junto con su credencial para votar (¿por Carlos Slim?), se les entregaría su correspondiente chequezote por un millón de pesos. El problema sería su deuda con los polleros, quienes cobrarían veinte millones.

- Una posibilidad más es que con el millón de pesos los ciento diez millones de mexicanos agarraran sus cosas y se fueran del país. Slim apañaría todos los terrenos y por fin haría realidad su slogan: Todo México es territorio Carlos Slim. (O de perdida le cambiaría el nombre: Estados Unidos Telmexianos)

-Otra posibilidad es que con el millón de pesos un mexicano pudiera por fin saldar sus cuentas con Telmex o Telcel, y cambiarse a otra compañía telefónica. Slim caería en bancarrota y terminaría como uno de los señores que regalan papel sanitario en los baños del Sanborns. ¿Tú le darías propina?