miércoles, marzo 07, 2007

Hipérboles mágicas

La cola para entrar al museo era tan larga, que en el momento en el que alguien por fin entraba, lo metían en un escaparate.

Era tan depresivo que ni la Muerte lo aguantó después del suicidio. Lo regresó al mundo en forma de nariz de payaso.

Era tan corrupto que me “convenció” de no escribir esto. ¿Lo logró?

Hacía tanto calor que el setenta por ciento de mi cuerpo se evaporó y se mezcló en el cielo con los setentas por ciento de los demás. Cuando llovimos nos despedimos de beso y nos fuimos a nuestras respectivas casas a ver “An Inconvenient Truth”.

Era tan mamona que cagaba color rosa.

El tráfico estaba tan pesado que todos decidieron quedarse a vivir ahí. El policía de tránsito fue declarado rey.

Era tan petulante que logró hablar con Dios para pedirle el don de matar a quien él considerara no estar a su altura. La policía lo encontró estrangulando espejos.

Era tan pero tan predecible que