jueves, agosto 24, 2006

El Mimo Falaz
(VERSIÓN PRIMERA)
Escenario vacío. Entra MIMOTEO. Se planta a la mitad del escenario. Con la gesticulación característica de los mimos, se arremanga el saco, crea imaginariamente un podio, una mesa y un tocadiscos. Saca de su saco un disco imaginario, lo coloca en el tocadiscos y se planta nuevamente en medio del escenario, frente al público.

DISCO: Buenas tardes, mimos y mimas, cologos y colegas. Bienvenidos al Vigésimo Primer Seminario Internacional “Cómo ser un mejor mimo”. Antes de continuar, y siguiendo con el protocolo, procederemos a ponernos de pie…

MIMOTEO se pone en posición de firmes

DISCO: …y a enunciar con orgullo nuestro juramento de mimos.

MIMOTEO coloca su mano derecha en el pecho.

DISCO: Por los tirantes, por las playeras a rayas y por los blancos guantes, prometemos ser fieles al Código Mimal y a la Constitución Mimelana por los siglos de los siglos. Juramos odiar a muerte a los ordinarios payasos y, sobre todas las cosas, prometemos jamás pronunciar una sola palabra…

MIMOTEO se cierra la boca con un cierre.

DISCO: Una sola palabra-una sola palabra-una sola palabra-una sola palabra-una sola palabra-una sola

MIMOTEO se extraña, se gira para quitar el disco imaginario y lo mira de cerca.

MIMOTEO: Chin, ya se rayó el disco, cara---

MIMOTEO se tapa la boca. Permanece de espaldas a la audiencia por algunos
segundos. Lentamente y con mucho temor, se gira.

MIMOTEO: Per-dón…

MIMOTEO recibe muchos jitomatazos imaginarios del público.

MIMOTEO: ¡Ya! ¡Dije perdón! ¡En la cara no! ¡Ya estuvo suave, carajo, ya estoy harto! Yo ni siquiera iba a ser mimo. Sí, ya lo dije: mi familia me obligó. Maldita familia de circo. Papá domador de leones, mamá trapecista, hermana barbona y hermano trailero. ¿Qué hacía falta? Un pinche mimo. A huevo. Pero llegué a pensar: quizá no sea tan malo, tal vez me acostumbre. Una hora antes de cada presentación, cierro los ojos, respiro hondo, y me lanzo al silencio. No puedo, no quiero creer que para ninguno de ustedes haya sido tan fácil. Tuve que hacer incluso un funeral para mi voz. Para vivir el duelo y olvidar cómo sonaba, cómo vibraba mi garganta cuando me deshacía en un grito. Pude con esa pérdida y estoy aquí, enfrente de ustedes, y me encuentro que no se me perdona ni una sola palabra. ¿Por qué de repente el gremio se volvió tan intolerante? ¿A qué le temen? ¿A que revele el secreto? ¿Vale la pena tener la habilidad de crear cosas de la nada, como este jarrón Ming de hace dos mil años…

MIMOTEO crea un jarrón imaginario

MIMOTEO: …a cambio de mi voz?

MIMOTEO agarra el jarrón y lo tira al suelo. Se escucha la porcelana
rompiéndose.

MIMOTEO: ¡Pues no creo! ¡Renuncio a ese poder! Y sé lo que significa…sé que nunca moriría de hambre…

MIMOTEO pela un plátano imaginario, tira la cáscara y se lo come.

MIMOTEO: …y que tengo a mi disposición toda clase de…compañía.

MIMOTEO hace una mujer curvilínea imaginaria

MIMOTEO: Pero mi voz es demasiado importante para ser acallada. Allá ustedes. ¿Por qué creen que estamos “pintados” de blanco? Pintados no amigos: si nuestra voz muere, nosotros comenzamos a morir también. Somos calaveras con guantes. Somos la razón de que el que va caminando al vernos se cruce la calle y lo aplaste un camión…Somos payasos mudos.

En ese momento le llega a MIMOTEO un jitomatazo, esta vez real. Se limpia y
poco a poco se va quitando su vestuario de mimo.

MIMOTEO: ¿Lo ven? Ninguno de ustedes soporta la verdad. Así que me voy. Y lo siento por mi familia…¿Saben qué? No. No lo siento. Ya era demasiado. Tener leones como mascotas, que tu hermana te pida tu rastrillo, sorprender a tus papás haciéndolo en el trapecio…con mortales… no, no lo siento. Quédense con su mutis, yo voy a perseguir mi sueño: ser político.

MIMOTEO gira y se pega con una pared imaginaria.

MIMOTEO: ¡Ay! ¿qué es esto?

MIMOTEO se pega con otras tres paredes imaginarias.

MIMOTEO: Esto no puede ser. ¡Déjenme salir!

MIMOTEO se resbala con la cáscara de plátano imaginaria. Las paredes
imaginarias se lo aprietan cada vez más hasta que queda en posición fetal.
Segundos después, con actitud robótica, se incorpora, toma el disco, y como si el
dedo de una mano fuera la aguja y su boca la bocina, comienza a hablar lo que el
disco tiene registrado….

MIMOTEO: Una sola palabra- una sola palabra-una sola palabra- una sola

…mientras cae el

TELÓN